“Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”.
Epístola a los Hebreos 4:12
Hace ya varios años prediqué un sermón titulado: Eficaz. En aquella ocasión nos referíamos a la trascendental y divina acción del Espíritu Santo de Dios, cuando regenera el corazón de piedra (espiritualmente insensible) del ser humano y lo convierte en un corazón de carne (espiritualmente sensible). Ese mismo Espíritu Santo utiliza un “agente” muy particular para obrar la regeneración y otros propósitos en el ser humano. Ese “agente” es conocido como La Palabra de Dios o Las Sagradas Escrituras. De hecho, le llamamos así justamente porque su inspiración y redacción se debe al poder del Espíritu Santo de Dios.
En una de las lecciones de los GPS, recuerdo haber compartido una historia verídica, en la que se narra la experiencia de un misionero en el continente africano, mientras repartía Nuevos Testamentos en aquel lugar. Un africano le pidió uno, pues le parecía que sus páginas tenían el tamaño ideal para poder enrollar sus cigarrillos. El misionero accedió a entregárselo, con la condición de que leyera cada página que arrancara, antes de utilizarla para enrollar sus cigarrillos. Quince años más tarde, el misionero fue a un culto de evangelización donde iba a predicar un evangelista nativo. Cuando el evangelista africano vio llegar al misionero, le preguntó: “¿No se acuerda, usted, de mí? Yo soy aquel hombre a quien usted le regaló un Nuevo Testamento, con la condición de que leyera sus páginas antes de utilizarlas para enrollar sus cigarrillos. Estuve arrancando sus páginas desde el primer capítulo de Mateo hasta el capítulo 13 del Evangelio según San Juan. Aquel Nuevo Testamento fue el instrumento que Dios utilizó para convertirme en cristiano. Dejé de fumar sus páginas y ahora predico la Palabra de Dios”.
"Porque la Palabra de Dios es Viva y Eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. ¡Gracias sean dadas a Dios por su poderosa Palabra!
Comments