La Palabra de Dios nos dice que somos peregrinos y extranjeros en este mundo. Esto significa que este mundo NO es nuestro hogar. No pertenecemos aquí. Para entender mejor esto vamos a usar un ejemplo: digamos que abordas un avión y aterrizas en un país extranjero para ti y se supone que te tienes que quedar ahí. Eres un extranjero en ese país. No entiendes el idioma de la gente. No puedes leer el periódico. Prendes el televisor, pero pronto lo apagas porque te das cuenta que no entiendes nada. Todo es ajeno para ti. Eres un peregrino y extranjeros en aquel país. Y eso es lo que la Palabra de Dios nos dice que somos en este mundo. Sin embargo, usando el mismo ejemplo, empiezas a usar el idioma de la gente, a escuchar sus noticias, a ver sus programas de TV, a hablar de lo que ellos hablan y a hacer lo que ellos hacen, dejas de ser peregrino y extranjeros, y te integras en dicho país, te haces parte de él. Para nosotros como cristianos es lo mismo.
La Palabra de Dios nos dice que somos peregrinos y extranjeros en este mundo. No deberíamos de conformarnos a este mundo, compartir sus intereses, comportarnos como el mundo se comporta, ver lo que el mundo ve, tener la misma visión e intereses que el mundo tiene. Somos peregrinos y extranjeros aquí y no deberíamos de integrarnos o conformarnos a este mundo (Romanos 12:2). Esto es, ser formados junto con el mundo (eso es lo que “conformados” significa). Venimos de otro mundo, otro hogar. ¿Dónde está ese hogar?
Somos ciudadanos del cielo. Ahí, y no en este mundo, es nuestro hogar. Sin lugar a duda, alguna vez fuimos ciudadanos de este mundo y su reino, el reino de las tinieblas; pero ya no. Fuimos liberados de ese reino y ahora somos ciudadanos del Reino del Hijo de Dios y por lo cual a su vez somos peregrinos y extranjeros en este mundo.
Lecturas:
domingo, 5 de febrero Juan 18:36
lunes, 6 de febrero 1 Pedro 2:11
martes, 7 de febrero Juan 17:15-17
miércoles, 8 de febrero Efesios 2:19
jueves, 9 de febrero Filipenses 3:20
viernes, 10 de febrero 1 Crónicas 29:15
sábado, 11 de febrero Hebreos 11:13