Jesús nació en Belén, que significa - casa del pan- Él es nuestro sustento espiritual y el sustento del mundo. Él sostiene todas las formas de vida.
El cuerpo humano necesita alimentarse para poder rendir como se debe, si comes poco tu cuerpo tiene pocas defensas. En la parte espiritual es lo mismo, hay una necesidad de alimentarnos de la Palabra de Dios, pero lastimosamente es la que menos comemos, preferimos alimentarnos de otro tipo de comida que no es muy nutritiva a nuestra vida espiritual. Dios le dio al pueblo de Israel el “maná” en el desierto para que se alimentaran. Jesús es el “maná” de este tiempo, el desierto es el “mundo”, cada uno de nosotros tiene una necesidad de Jesús. Cada uno de nosotros sabemos que en este desierto alejado de Dios moriremos de hambre, pero la mayoría a preferido comer otro tipo de alimento, y rechazar la palabra de Dios, y no nos damos cuenta de que espiritualmente estamos desnutridos y somos fácil presa para cualquier tipo de problemas que lleguen a nuestras vidas.
¿Cómo se alimentan los creyentes de Cristo? Al leer, estudiar y meditar en su Palabra. Dios nos invita a cada uno a levantarnos temprano en el día y recoger de la Palabra e precioso maná para nutrir nuestras almas. No podemos acumular la verdad de Dios para otro día debemos recoger alimento fresco para cada nuevo día. Demasiados cristianos marcan sus Biblias y llenan sus cuadernos con bosquejos, sin embargo, nunca se alimentan de Cristo. Lo que nos queda hacer es reflexionar de qué nos alimentamos hoy en día. Lo que tú comes diariamente eso reflejara tu estilo de vida. Si aprendemos desde joven a comer de la Palabra de Dios, nos vamos a ahorrar muchos problemas, y sobre todo podremos llevar una vida ordenada. ¡JESÚS ES EL PAN DE VIDA!
Lecturas:
domingo, 4 de agosto Juan 6:35
lunes, 5 de agosto Mateo 4:4
martes, 6 de agosto Juan 6:51
miércoles, 7 de agosto Mateo 26:26
jueves, 8 de agosto 1 Corintios 10:17
viernes, 9 de agosto Juan 6:58
sábado, 10 de agosto Juan 6:55
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