Hoy, día de los padres, vengamos con gozo y humildad ante el Señor para glorificar su nombre por el don de nuestras familias y, particularmente, para agradecerle el regalo de nuestros padres:
Min.: Señor, por nuestros padres amados, quienes nos ofrecieron amor, calor y apoyo en los días iniciales de nuestras vidas. . .
Con.: Te damos gracias.
Min.: Por nuestros padres, cuyos esfuerzos proveyeron para nuestras necesidades, y desde cuya escasez se surtió nuestra abundancia. . .
Con.: Te damos gracias.
Min.: Por el interés en llevarnos a Ti para que supiéramos de tu amor; por el respaldo invariable, el cariño único y la comprensión total. . .
Con.: Te damos gracias.
Min.: Por la paciencia de nuestros padres en la hora de nuestros errores, por los brazos que siempre se nos abrieron ante la alternativa única de un regreso desesperado. . .
Con.: Te damos gracias.
Min.: Por nuestros padres ya viejecitos, con las frentes impregnadas de surcos y las manos cargadas de temblores; pero siempre atentos, preocupados y amorosos. . .
Con.: Te damos gracias.
Min.: Por los padres, de entre nosotros, que has llamado a ocupar sus moradas en los cielos, y que han dejado la huella de luz imperecedera que seguimos. . .
Con.: Te damos gracias.
Min.: Por los padres cristianos, los que aman desde sus rodillas dobladas ante Ti, por los que se desvelan en intercesión amorosa por sus hijos. . .
Con.: Te damos gracias.
Min.: Gracias te damos, Señor, por todos los padres que te imitan a Ti y nos guían con su ejemplo. Hombres que son un poco de tu propia presencia impregnando de dicha los diarios caminos por los que andamos. . .
Con.: En el nombre de Jesús, te damos gracias. ¡Amén!