Min.: Amante Padre, en tu providencia, conduces los pasos de tu pueblo. De esa manera podríamos resumir tu quehacer para con todos aquellos a quienes has elegido y llamado.
Con.: Por tal razón, ¡te adoramos, Señor y Padre nuestro!
Min.: Por medio de tu Palabra, única regla de fe y conducta, nos instruyes sobre cómo podemos honrarte, y nos adviertes con respecto a las consecuencias de nuestra desobediencia.
Con.: Pero, nosotros hemos optado por ignorar tu voz, dando atención a otras voces. Por tal razón, te pedimos que nos perdones.
Min.: Creaste al ser humano, varón y mujer, con el fin de que se unieran, acompañaran y procrearan.
Con.: Pero, nosotros te hemos desobedecido, pervirtiendo el orden divino y sustituyéndolo por opciones contrarias a lo que es natural y a lo que honra tu santo Nombre.
Min.: Hoy, te pedimos que nos perdones, pero también te pedimos que vuelvas a instruirnos y que, por medio de tu Espíritu, transformes nuestro ser interior; de modo que deseemos fervientemente honrarte sólo a Ti.
Todos: En el nombre y por los méritos de tu eterno Hijo, rogamos tu perdón y restauración. ¡Amén!
(Oportunidad para la confesión personal)
PALABRAS DE SEGURIDAD DE PERDÓN:
Min: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.