“Les invitamos a unirnos fraternalmente para rogar al Señor que nos conceda a todos una Navidad de auténtico gozo”.
Señor:
Oramos hoy porque deseamos una Navidad gozosa.
Si sufrimos de soledad… Aliéntanos con la compañía del Salvador.
Si padecemos de tristezas y de nostalgias… Concédenos el consuelo del Salvador.
Si nos falta la salud… Impártenos la fortaleza y victoria del Salvador.
Si carecemos de paz... Riega sobre nosotros la serenadora presencia del Salvador.
Si sufrimos de insatisfacción, inconformidad o rebeldía… Domínanos con la redentora dulzura del amor del Salvador.
Si estamos contra otros, o percibimos que otros están en contra nuestra, si hay divisiones en la familia, brechas de hostilidad en nuestras relaciones y grietas en nuestra concepción de amor cristiano… Llénanos de esta indestructible fuerza que es el Espíritu perdonador del Salvador.
Si nos rodean las tinieblas del miedo o nos acosan las oscuridades de la duda… Implanta en nuestros corazones el predominio de la luz omnipotente del Salvador.
¡Danos la paz del Salvador, con abundancia espiritual y con ternura llena de calor divino!
Señor, ¡Queremos una Navidad gozosa!... Reconociendo que el gozo verdadero sólo viene por medio del Salvador.
En su nombre lo pedimos. ¡Amén!