En cada área de nuestra vida, tanto en la secular como en la espiritual, necesitamos y debemos tener una autoridad a fin de evitarnos confusión sin fin.
Greenwich significa la autoridad última en materia de horario. Por la hora de Greenwich se establece la hora de todos lo relojes del mundo. ¿Se imagina lo que ocurriría si cada país insistiera en que su reloj es el que marca la hora para todos? Sin un modelo o norma para todos nos complicaríamos la vida muchísimo y terminaríamos todos locos. El mundo necesita ponerse de acuerdo en un solo punto de referencia, indiscutible para todos a fin de fijar y observar la hora.
De manera similar, los barcos y aviones en el hemisferio norte tienen un punto de referencia indiscutible para todos: La Estrella Polar.
Así también necesitamos una autoridad en asuntos de fe y práctica para evitarnos confusión y extravíos. Tal autoridad es Cristo Jesús. Su Palabra es como la Estrella Polar que nos orienta y guía sin temor a perdernos.
Lecturas:
domingo, 4 de febrero Marcos 1:27
lunes, 5 de febrero Mateo 7:28-29
martes, 6 de febrero Mateo 28:18
miércoles, 7 de febrero Lucas 8:24
jueves, 8 de febrero Juan 10:18
viernes,9 de febrero Juan 5:26-27
sábado, 10 de febrero Marcos 11:27-28
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