Ministro: Venid y reflexionemos juntos sobre la fuente de nuestra
confianza.
ORACIÓN DE REFLEXIÓN SOBRE LA CONFIANZA EN DIOS:
Todos: Padre, acudimos a tu grata presencia de manera libre y voluntaria, porque Tú nos has concedido este sin igual privilegio.
Tú llamaste a tu siervo Abraham, a quien escogiste. Le sacaste de tierra pagana porque quisiste revelarle tu amor y tu misericordia. Lo llamaste para convertirle en el padre de un pueblo que se amparara en la relación de pacto que Tú determinaste establecer.
Padre, en tu santa voluntad preservaste al pueblo israelita para que fuese el receptor de tus promesas, y también el portador de tus reclamos. Tú los sacaste de la servidumbre en Egipto y los convertiste en una nación poderosa.
Pero ellos se revelaron contra Ti. Tuvieron en poco tu elección maravillosa e invalidaron tu pacto. Actuaron con dureza de corazón y se creyeron merecedores de todas tus bendiciones.
Buen Dios, con demasiada frecuencia, nosotros también actuamos con la misma soberbia y ausencia de genuina humildad. Concédenos tu gracia para que podamos reconocer quiénes somos, de dónde nos sacaste, y cuán grande es la misericordia con la que nos has alcanzado, convirtiéndonos en tu pueblo.
Tú, que eres la única fuente de nuestra confianza, escucha nuestra oración. Por Jesús oramos. ¡Amén!
(Momentos para la meditación personal)