Min.: Acerquémonos con humildad y reverencia ante nuestro Dios y Señor para vaciar ante su presencia las cuitas de nuestros corazones:
ORACIÓN CONGREGACIONAL:
Min: Señor y Padre nuestro, sólo a Ti, que eres el único y soberano Dios, dirigimos nuestra alabanza y adoración.
Con: Reconocemos que, aunque nos hiciste poco menor que los ángeles, delante de tu santidad seguimos siendo polvo, del cual nos formaste y al cual volveremos.
Min: Perdónanos por las tantas veces en que nos olvidamos de nuestra evidente pequeñez. Pero, también te pedimos perdón las muchas veces en que esa misma pequeñez se ha convertido en un pretexto para no querer ver tu grandeza.
Todos: Ayúdanos a poder mirar desde una justa perspectiva la realidad de nuestra pequeñez, y la majestad de tu grandeza. Te lo pedimos en el glorioso nombre de Aquél que se hizo pequeño y pobre para engrandecernos y enriquecernos, por tu gracia y misericordia. ¡Amén!
(Oportunidad para la confesión en silencio)
DECLARACIÓN DE PERDÓN:
Ministro: “E indiscutublemente, grande es el ministerio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, y recibido arriba en gloria”.