Min.: Desde el principio Dios ha llamado a hombres y mujeres para establecer con ellos una relación íntima y estable. Una realidad consecuente con esta verdad es que no siempre entendemos el obrar divino. Les invito a que reflexionemos juntos, mientras oramos así:
ORACIÓN CONGREGACIONAL:
* Buen Dios y Padre nuestro, el inspirado profeta Isaías escribió diciendo que tus caminos y tus pensamientos son muy distintos a los nuestros.
* Hoy venimos a decirte que la mayor parte de nosotros reconoce que ésa es una contundente verdad. Sin embargo, tal vez no hemos sido capaces de entender lo profunda y abarcadora que es la misma.
* Lo cierto es que lo que Isaías nos dice es que, “como son más altos los cielos que la tierra, así son tus pensamientos y tus caminos más altos que los nuestros”.
* Entonces, Padre, lo que esto nos dice es que tu manera de pensar y de obrar está muy por encima de la manera en que nosotros pensamos y actuamos.
* Los planes nuestros están sujetos al cambio, la equivocación y el fracaso. De hecho, muchas veces ni siquiera tenemos planes claros y concretos.
* Pero Tú, buen Señor, eres extraordinariamente distinto a nosotros. Tus planes son eternos, inalterables, santos, perfectos y llegarán siempre a su final realización.
* ¡Cuán grato es descansar en tu bendita providencia! Con razón el apóstol Pablo exclamó: “¡Gracias sean dadas a Dios por Jesucristo!”
* Con gratitud a Ti por tu soberana voluntad y tu plan inmutable, bendecimos tu santo y maravilloso nombre. Gracias por escuchar nuestra oración, cuando nos hemos acercado a tu presencia descansando en los méritos de tu amado Hijo y nuestro único Salvador, Jesús el Cristo. ¡Amén!