Min.: Ya hemos recorrido juntos gran parte de este tiempo litúrgico y cuando estamos en la misma mitad del Adviento hemos decidido a invitarles a mirar juntos uno de los nombres del Mesías prometido, que si no tenemos mucho cuidado el mismo podría crearnos confusión: Padre Eterno.
ORACIÓN DE AFIRMACIÓN CONGREGACIONAL;
Min: Cristo no tuvo principio ni tendrá fin.
Con.: Él es origen del tiempo, del espacio y de toda la creación.
Min.: Así como Dios el Padre es eterno, así también lo es Cristo.
Con.: Isaías lo llama Padre, porque en un sentido especial es Padre de toda la humanidad, pues es el Creador del hombre y del mundo.
Min.: Él que nos engendró y que nos da vida espiritual, Él que nos guía, nos guarda, nos enseña y nos ama como un padre terrenal lo debe hacer.
Con.: Sólo que Él lo hace perfectamente y eternamente.
Min.: Nunca se equivoca, nunca nos abandona.
Con: “Soy a Israel por padre”, dice de Sí mismo en el libro del profeta Jeremías. “Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.”
Min.: Celebremos con alegría y regocijo en este domingo, siempre dando testimonio de que el Mesías prometido es también el Padre Eterno, a Él sea la gloria, honra y adoración por siempre.
Todos: ¡Amén y Amén!