Un hombre compartía la manera en que sus padres le enseñaron a evitar la envidia: “Admira la cualidad dondequiera que aparezca y evita las comparaciones con otros.”
Aquél que reconoce que todo lo que somos y todo lo que tenemos viene de Dios, y respeta la excelencia en sus semejantes, sin preocuparse indebidamente por sus propias circunstancias, puede de verdad evitar la tendencia humana a la envidia. Puede incluso llegar a ser aquél que acepta a otros y los anima en una forma natural.
Lecturas:
domingo, 30 de enero 1 Samuel 19:8-10; 24:1-22
lunes, 31 de enero Proverbios 14:30
martes, 1ro de febrero Proverbios 23:15-18
miércoles, 2 de febrero Romanos 13:13-14
jueves, 3 de febrero Salmos 37:1
viernes, 4 de febrero 1 Corintios 13:4
sábado, 5 de febrero 1 Pedro 2:1-2
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