Muchos de nosotros somos como aquel pequeño niño que había roto el vidrio de un farol en la vía pública.
Muy preocupado le preguntó a su papá:
- ¿Qué puedo hacer?
- Admitir que tú lo has hecho, preguntar cuánto cuesta, repararlo y pagarlo - le respondió el papá.
Esta manera práctica de enfrentar los hechos no era lo que estaba esperando el niño, pues con un hilo de voz, confesó:
-Yo esperaba que lo único que tenía que hacer era pedirle perdón a Dios.
Lecturas:
domingo, 24 de septiembre Mateo 18:21-22
lunes, 25 de septiembre Salmos 86:5
martes, 26 de septiembre Colosenses 3:13
miércoles, 27 de septiembre Efesios 4:32
jueves, 28 de septiembre Hechos 3:19
viernes, 29 de septiembre Proverbios 28:13
sábado, 30 de septiembre Miqueas 7:18
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