No sé si les ha ocurrido a ustedes el ir alguna vez en dirección prohibida por la calle. A mí me pasó una vez, que me metí, inadvertidamente, en dirección contraria por una calle de una sola dirección. Los demás conductores se apartaban y a la vez me llamaban la atención de mil maneras.
Lleno de ansiedad buscaba la manera de dar la vuelta. Me daba cuenta de que iba en la dirección equivocada y debía cuanto antes cambiar la dirección dando una vuelta de 180 grados, o, de lo contrario, iba camino al desastre.
El deseo y la decisión de cambiar de dirección en nuestra relación con Dios se llama arrepentimiento. Es cuando se nos revela, como el hijo pródigo, que nos hemos equivocado y decidimos volver al Padre pidiendo perdón.
Lecturas:
domingo, 28 de enero Marcos 1:15
lunes, 29 de enero Hechos 20:21
martes, 30 de enero Hechos 11:17-18
miércoles, 31 de enero Hechos 3:19-20
jueves, 1ro de enero 2 Corintios 7:9-10
viernes, 2 de febrero Hechos 26:20
sábado, 3 de febrero Romanos 2:4
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