Que vino en pos de mí.
De muerte eterna me libró:
¡Por gracia salvo fui!
Maravilloso amor de Dios
Que nunca comprendí.
En ese amor ya soy feliz:
¡Por gracia salvo fui!
Maravilloso amor de Dios
Que me conduce aquí.
La vida eterna tengo ya:
¡Por gracia salvo fui!
Maravilloso amor de Dios
Que en Cristo recibí.
Allá con Él, yo cantaré:
¡Por gracia salvo fui!
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