AFIRMACIÓN COMUNITARIA DE NUESTRA FE:
Dir: “Sin lugar a dudas, que todos somos pecadores e impíos por naturaleza y ante el trono de justicia de Dios somos convictos de impiedad y culpables de muerte.
Con: Pero también y sin lugar a duda, somos justificados por Dios nuestro Juez únicamente por la gracia de Cristo y no por algún mérito nuestro o consideración por nosotros, esto es, somos absueltos del pecado y de la muerte.
Dir: Está más claro cuando Pablo dice: “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”.
Con: Así pues, Cristo cargó y sufrió en Sí mismo los pecados del mundo y satisfizo la justicia divina.
Dir: Por lo tanto, sólo en virtud de los sufrimientos y la resurrección de Cristo, Dios es propicio a nuestros pecados y no nos los imputa, sino que nos imputa la justicia de Cristo como nuestra.
Con: Así, ahora no sólo estamos limpios y purificados de pecados, o somos santificados, sino también se nos ha concedido la justicia de Cristo y estamos absueltos de pecado, de muerte y condenación, y, finalmente, somos justificados y hechos herederos de la vida eterna.
Todos: Por lo tanto, propiamente dicho, sólo Dios nos justifica y sólo nos justifica por causa de Cristo, no imputándonos nuestros pecados sino la justicia de Cristo”.
(La Segunda Confesión Helvética, capítulo XV)