LEVANTARSE TEMPRANO A ORAR
Abraham se levantó muy de mañana para estar delante de Jehová (Gén. 19:27).
Moisés se levantó temprano para dar un mensaje a Faraón (Éxodo 8:20) y volvió a hacerlo en otra ocasión para elegir un altar a Dios (Éxodo 24:4).
Moisés fue muy temprano para encontrarse con Dios en el Sinaí (Éxodo 34:4).
Josué se levantó muy de mañana para dirigir a Israel en el cruce del Jordán (Jos. 3:1) y lo mismo hizo para tomar Jericó (Jos. 6:12) y Hai (Jos.8: 10).
Gedeón se levantó muy de mañana para examinar el vellón (Jue.6: 38).
Elcana y Ana se levantaron de madrugada para adorar a Dios (1 Sam. 1:19).
Samuel se levantó temprano para encontrarse con Saúl (1 Sam. 15:20).
David se levantó pronto en la mañana para cumplir las órdenes de su padre (1 Sam. 17:20).
Israel se levantó de mañana para gozar de la victoria (2 Reyes 19:35).
Job se levantó de mañana para ofrecer sacrificio (Job 1:5).
Jesús madrugó para orar en el monte (Mar. 1:35) y se levantó temprano para ir al templo (Juan 8:2).
La gente se levantó de mañana para buscar a Jesús y escucharle (Luc. 21:38).
Las mujeres fueron de madrugada al sepulcro (Mar. 16:2).
“Oh Jehová de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré ante Tí y esperaré” (Sal. 5:3).
La mañana es la puerta del día y debería estar bien guardada con oración. La mañana es una puerta del hilo donde se van engarzando las acciones del día y debería ser bien atada con devociones a Dios. Si sentimos la grandeza y valor de la vida seremos más cuidadosos con sus mañanas. Aquel que se levanta tarde y corre a sus quehaceres, y no busca a Dios en oración para adorarle y oirle, es tan necio como el que sale a la calle sin sus ropas y sin lavarse, o tan insensato como el que va a la batalla sin armamento. La experiencia nos demuestra que es mucho mejor empezar el día en comunión con Dios.
Lecturas
domingo, 5 de mayo Juan 5:1-16
lunes, 6 de mayo Mateo 6:5-15
martes, 7 de mayo Lucas 11:1-13
miércoles, 8 de mayo Mateo 26:36-46
jueves, 9 de mayo Miqueas 7:1-20
viernes, 10 de mayo Efesios 6:10-20
sábado, 11 de mayo 1 Timoteo 2:8-15