AFIRMACIÓN COMUNITARIA DE NUESTRA FE:
“Enseñamos que la voluntad de Dios se nos explica en la ley de
Dios y lo que Él quiere que hagamos o que no hagamos, lo que es bueno y justo, o lo que es malo e injusto. Confesamos, por tanto, que la ley es buena y santa.
En un tiempo, esta Ley fue escrita por el dedo de Dios en los corazones de los seres humanos y es llamada la ley de la naturaleza, y en tiempo distinto fue inscrita por el mismo dedo de Dios en dos tablas de la ley de Moisés y expuesta elocuentemente en los libros de Moisés.
Creemos que en esta ley se enseña toda la voluntad de Dios y todos los preceptos necesarios para cada esfera de la vida.
De otra manera, el Señor no nos habría prohibido añadirle o quitarle algo a esta ley; ni nos habría ordenado que anduviéramos
en un sendero recto conforme a esta ley, sin desviarnos ni a derecha ni a izquierda.
Sabemos que en la ley se nos presentan los modelos de lo que es la virtud y de lo que es el vicio.
Reconocemos que la ley escrita es útil a la Iglesia cuando se explica a la luz del evangelio, y por lo tanto, no debe prohibirse su lectura en la Iglesia”.
(La Segunda Confesión Helvética, capítulo XII)