Diga la verdad
¡Cuán propenso somos a mentir! Con un poco de exageración aquí, un detalle omitido allá o un silencio engañoso distorsionamos la verdad. No obstante, la verdad es el fundamento de las relaciones. Eliminemos la verdad y la sociedad se derrumba. Este absoluto moral es tan evidente por sí mismo que incluso los malhechores castigan en su propio círculo a los que les mienten.
Dios en su Ley prohíbe engañar al prójimo y destaca la naturaleza sagrada de la verdad en todos los tratos. El noveno mandamiento expone también dos motivos subyacentes que Dios aborrece: la malicia y la soberbia. Cuando mentimos, lo hacemos generalmente para arrojar sombras sobre alguna persona o para ponernos a nosotros mismos en una posición favorable. Lo primero surge de la malicia; lo segundo de la soberbia.
Lecturas
domingo, 17 de junio Zacarías 8:1-17
lunes, 18 de junio 3 Juan 1:11-12
martes, 19 de junio Proverbios 31:1-9
miércoles, 20 de junio Salmos 15:1-5
jueves, 21 de junio 2 Crónicas 19:4-11
viernes, 22 de junio 1 Samuel 19:1-7
sábado, 23 de junio Josué 7:10-21