En el Japón existe una muy curiosa invención que consiste en tablillas delicadas de madera o de paja, las cuales, por medio de cierto procedimiento, cuando se ponen en una vasija con agua se extienden y forman flores y otras figuras de vivos colores. Al ponerlas en el recipiente están secas completamente, y no se puede saber qué figuras son; pero tan pronto tocan el agua parece que se les inyecta vida y se transforman en una figura de extraordinaria belleza. De parecida manera obra el Espíritu Santo con su poder: Cuando el alma humana está fría, seca, y recibe el toque del Espíritu Santo, adquiere un celestial entusiasmo y se presenta nueva, lozana, hermosa y dispuesta a ser, con Dios, una bendición para el mundo.
Lecturas:
domingo, 3 de abril Juan 12:1-8
lunes, 4 de abril 2 Tesalonicenses 3:5
martes, 5 de abril Romanos 12:2
miércoles, 6 de abril Salmos 51:10
jueves, 7 de abril 2 Corintios 3:18
viernes, 8 de abril Colosenses 3:9-10
sábado, 9 de abril Tito 3:4-5
Comments