Min.: Padre nuestro, en un día como éste, cuando atenuemos los rigores propios de la Cuaresma, ayúdanos a reflexionar de manera propia y adecuada.
Con.: Ayúdanos, Señor, a vivir con el gozo de tu gracia.
Min.: Reconocemos nuestra humana tendencia a ajustar programas ajenos, y a flexibilizar las agendas propias.
Con.: Por eso, Señor, te pedimos que nos perdones.
Min.: ¡Con cuánta frecuencia cuidamos con celo territorios que, sólo por tu gracia, transitamos!
Con.: Y, cuán difícil se nos hace recordar que nada de cuanto hoy disfrutamos, realmente merecemos ni nos pertenece.
Min.: Buen Padre, hoy queremos pedirte que nos perdones por el pecado de calcular las horas y el esfuerzo de nuestro servicio.
Con.: Vuelve a concedernos tu bendita gracia, para que no sólo el gozo de nuestra salvación nos oriente; sino que el gozo de los que hoy continúas rescatando, sea también el nuestro.
Min.: Gracias te damos por atender a nuestra oración.
Todos: En el nombre de JESÚS te lo imploramos. ¡Amén!
Momento para la relexión personal
LA SEGURIDAD DEL PERDÓN:
Ministro: “Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro”.
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