Nuestro amado Señor:
… Te damos gracias porque nos has escogido para que seamos tus servidores en esta inspiradora comunidad de fe que es tu Iglesia.
… Gracias, también te damos, por la Palabra que aquí es proclamada.
… Gracias porque se exalta a Cristo, se expone el Evangelio y se anuncia la verdad de nuestra salvación.
Te agradecemos que nos hayas separado:
… Somos pecadores, tocados por la redención.
… Somos, según el mundo, débiles e ignorantes, pero nos has escogido para que seamos portadores de la más grande Verdad de la historia.
… Somos pobres y menospreciados, pero nos has elevado a las alturas de tu compañía.
Unimos hoy nuestras voces agradecidas para decirte con el
apóstol Pablo que:
… Vivimos por tu sabiduría.
… Nos sostenemos por tu justificación.
… Nos hemos apartado solamente para Ti, y
… Nos gozamos para siempre en nuestra redención.
¡Acepta, Señor, nuestra gratitud! Por Cristo, nuestro
Redentor, oramos. ¡Amén!
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