¿De Dónde?

“Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a Él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?”

Evangelio según San Juan 6:6

Tal vez, usted ha escuchado el refrán que dice: “¿De dónde tela, si la araña no teje?” O, tal vez ha oído éste que dice: “De donde no hay, no se puede sacar”. Ambos refranes encierran el mismo principio, que es: Donde no hay recursos suficientes, no hay nada que buscar o esperar.

Pienso que todos nos podemos identificar con este principio, ya que, con toda probabilidad, hemos vivido la experiencia de encontrarnos con recursos insuficientes para la realización de alguna aspiración nuestra, sea ésta legítima o no. De hecho, el pasaje del Evangelio según San Juan 6:1-15 nos presenta una situación de este tipo. Juan nos narra allí, lo que conocemos como el milagro de la multiplicación de los panes y los peces para alimentar a una gran multitud de unos 5,000 varones.

El escenario que Juan nos pinta presenta a Jesús apartado con sus discípulos en un monte, cerca del mar de Galilea. Desde allí ve a una gran multitud que se acerca a ellos, luego de haber visto las señales que Jesús realizaba. Entonces, el Maestro le plantea la siguiente pregunta a Felipe: “¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?” Para nuestro beneficio, Juan nos deja saber que la pregunta de Jesús tenía el propósito de probar la fe de sus seguidores; ya que Él sabía lo que había de hacer. Por otro lado, Andrés, quien era otro de sus discípulos, presentó una tímida propuesta, cuando dijo: “Aquí hay un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos?”

Entonces, Jesús mandó a recostar a la gente, y habiendo dado gracias, multiplicó tanto los panes como los pececillos, con el fin de alimentar a aquella gran multitud. Pero, eso no fue todo, ya que también hizo que la gente se saciara y aún sobrara tanta comida, que se recogieron doce cestas llenas de los cinco panes de cebada que se utilizaron originalmente. Notemos que ésta es la tercera vez en el Evangelio en el que la frase “de dónde” es utilizada. La primera en la conversión del agua en vino, 2:9, y en el diálogo con la samaritana, 4:11. En el primer caso para referirse al lugar de dónde se sacaba el vino, y en el segundo refiriéndose a la Fuente que saciaría la sed de la samaritana. Tal vez, también te preguntes hoy, en medio de alguna imposibilidad: ¿De dónde? Sencillo: Dios siempre suple para sus propósitos, por medio de Jesucristo.